Introducción - La cultura de los problemas públicos
El uso del automóvil
es un microcosmos a gran escala de los problemas que crea el conflicto entre
control y liberación en la vida cotidiana estadounidense. Los temas que engloba
el uso del alcohol y del automóvil presentan las tensiones y los complementos característicos
de un mundo, que cumple su deber y a la vez se relaja.
Este es un libro
acerca de la cultura - los significados públicos - y la estructura social
-autoridad, control y desviación.
LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PROBLEMAS SOCIALES:
COMO SE VUEL VEN REALES LOS FENOMENOS
En la fábrica de
Henry Ford no se llevaron a cabo seminarios sobre las consecuencias éticas del
cambio tecnológico para decidir si el nuevo emprendimiento era una acción pública
sensata que ameritaba continuarse. La evaluación tecnológica viene después.
LA PLURALJDAD DE LAS REALIDADES POSIBLES
Una de las mayores
aspiraciones de este ensayo es echar luz sobre el proceso que ha permitido que
la asociación entre la ingesta de alcohol y el hecho de conducir un automóvil
se vuelva un problema público.
John Kitsuse y Malcolm
Spector (1973): "el proceso por cuyo intermedio los miembros de
de-terminados grupos o sociedades definen una 'situación supuesta o posible' como
un problema es el tema de estudio distintivo de la sociología de los problemas
sociales".
EL CARACTER PÚBLICO DE LOS PROBLEMAS SOCIALES
Es útil establecer
la distinción entre problemas públicos y problemas privados. Por eso prefiero la
designación "problemas públicos" a "problemas sociales".
No todos los
problemas sociales llegan necesariamente a ser problemas públicos.
¿Cómo es que determinado tema o problema
adquiere estatus público, se transforma en algo en lo cual "alguien tendría
que intervenir"?
Cuando se analiza
el carácter público de un problema es vital reconocer, una vez más, las múltiples
posibilidades de resolución. ¿Quién o qué institución obtiene -o a cual lo
endilgan- la responsabilidad de "hacer algo" al respecto?
La relación entre
responsabilidad causal y responsabilidad política es, por lo tanto, una cuestión
central para comprender como los problemas públicos toman forma y cambian.
Considerar el
problema del alcohol como una enfermedad mediante la metáfora de la medicina
tiene consecuencias directas sobre el uso del cumplimiento de la ley para resolverlo.
LA ESTRUCTURA DE LOS PROBLEMAS PÚBLICOS
Las personas con
quienes hablé en el transcurso de ese estudio originario presentaban una visión
bastante uniforme del problema. La ingesta de alcohol dificulta la conducción
del vehículo y aumenta el riesgo de accidentes, heridas y muerte. Dado que esa
ingesta aparejada con el conducir un vehículo "causa o provoca"
accidentes automovilísticos, la solución al problema radica en implementar
estrategias que tiendan a disminuir dicha ingesta o la disposición a conducir después
de consumir alcohol.
Esta percepción homogénea
de la ingesta de alcohol y el uso de automóviles constituye, en opinión de este
sociólogo, una muy evidente forma de control social.
No podemos desear
aquello que no podemos imaginar.
La imposibilidad o
falta de voluntad de las personas para percibir como un problema del transporte
el problema de los conductores alcoholizados.
Desde una
perspectiva lógica, la ausencia de modos alternativos de transporte es tan
causante de conducir alcoholizado como el consumo de alcohol propiamente dicho.
Había una
estructura de pensamiento y acción, de instituciones y grupos que contenía el
problema y excluía automáticamente cualquier alternativa.
La construcción
social de los problemas públicos implica una dimensión histórica.
En cualquier
momento dado, no todos los involucrados en el tema tienen la misma capacidad de
influir sobre la opinión pública; no todos poseen el mismo grado o clase de
autoridad para ser fuentes legítimas de definición de la realidad de dicho
problema, ni para asumir el poder legítimo de controlarlo, regularlo y proponer
soluciones innovadoras.
El concepto de
"estructura" se presta demasiado a creer en forma errada que los
acontecimientos públicos poseen un carácter fijo, permanente e inmodificable.
La estructura es el
proceso congelado en el tiempo como método. Es una herramienta conceptual para
intentar volver comprensible ese proceso.
JUICIOS MORALES Y COGNITIVOS
Si no tenemos una
creencia cognitiva en su alterabilidad y un juicio moral sobre su carácter, el fenómeno
no es un tema ni un problema.
La realidad de un
problema suele expandirse o contraerse conforme cambian los juicios cognitivos
o morales al respecto.
LA PROPIEDAD DE LOS PROBLEMAS PÚBLICOS
El concepto de
"propiedad de los problemas públicos" deriva del reconocimiento de
que en las áreas de la opinión pública y del debate público no todos los grupos
tienen igual poder, influencia y autoridad para definir la realidad del
problema. A esa capacidad de crear la definición pública de un problema e
influir sobre ella aludo cuando me refiero a "propiedad".
Las cuestiones públicas
específicas pertenecen al dominio legítimo de personas, roles y funciones específicas
que pueden concitar la atención y la confianza de la opinión publica e influir
sobre esta.
Los propietarios
pueden hacer reclamos y afirmaciones. Otros, ansiosos por obtener definiciones
y soluciones del problema, recurren a ellos y se reportan ante ellos.
Así, la Asociación
Psiquiátrica de los Estados Unidos ha sido la propietaria del problema de la
homosexualidad, y su respaldo o su oposición a la definición de la
homosexualidad como un problema psiquiátrico han sido significativos. En
cambio, tiene tanta menos influencia lo que opina al respecto la Cámara de
Comercio.
Las iglesias
llegaron a ser "propietarias" del problema de la bebida en la sociedad
estadounidense.
Con la Derogación
de la Ley Seca, la autoridad de las iglesias para gobernar el gusto público fue
"retirada".
La propiedad pasó
a manos de las universidades, la profesión médica y los bebedores propiamente
dichos.
DESENTDERSE DE LOS PROBLEMA S, PÚBLICOS
El lema de los
fabricantes de bebidas alcohólicas es "la culpa la tiene el hombre, no la
botella".
La industria de
bebidas alcohólicas gasta poco y nada en investigar los problemas relacionados
con el consumo de este producto. No se proclama propietaria del problema y,
tanto en la palabra como en los hechos, lo ignora.
RESPONSABILIDAD: CAUSAL Y POLITICA
La propiedad es
una pieza en la estructura de los problemas públicos. Indica el poder de definir
y describir el problema.
Aquí se vuelve
necesario agregar otros dos conceptos: responsabilidad causal y responsabilidad
política.
EL DOBLE SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD
El primero -la
responsabilidad causal- es cuestión de creencia o cognición, es una afirmación
de la secuencia que fácticamente responde por la existencia del problema. El segundo -la
responsabilidad política- es cuestión de políticas. Afirma que alguna persona o
alguna dependencia está obligada a hacer algo respecto del problema, a
erradicar o aliviar la situación perjudicial.
Esperar que los
organismos y las acciones del gobierno controlen la inflación es hacer políticamente
responsables a los funcionarios públicos, someter a la respuesta electoral la
continuidad o la finalización del problema económico, aunque no se considere
que el gobierno es su principal causante.
LA PROPIEDAD Y LA ATRIBUICIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
Un tema primordial
de este estudio es la relación entre estos tres aspectos de la estructura:
propiedad, causalidad y obligación política.
Los
"lobbies" ambientalistas, operando bajo una teoría de la
responsabilidad causal que considera al automóvil como origen del "aire
impuro", han usado su propiedad del problema de la contaminación para
atribuir la responsabilidad política a la industria automotriz. El gobierno
comparte esa responsabilidad cuando determina los estándares de emisión de
gases producidos por los combustibles.
La posición única
del Estado lo convierte en figura clave a la hora de atribuir la responsabilidad.
CONOCIMIENTO Y RESPONSABILIDAD
La estructura de
los problemas públicos es, por lo tanto, un área de conflicto en la que un
conjunto de grupos e instituciones, que a menudo incluye dependencias del gobierno,
compiten y pelean por la propiedad de esos problemas o bien por desentenderse
de ellos, por la aceptación de las teorías causales y por la atribución de la
responsabilidad. En esa instancia el conocimiento y la política entran en
contacto.
Si bien el caso de
los conductores alcoholizados no despierta pasiones políticas, puede decirnos
algo sobre cómo se produce el disenso. Que un tema aparentemente conectado con
tantas muertes y lesiones provoque menos demandas de cesación o solución que la
Guerra de Vietnam puede decirnos algo acerca de cómo surgen las demandas públicas.
Así, "al desorientarnos, nos orientamos".
LA PERSPECTIVA CULTURAL ANTE LAS ACCIONES PÚBLICAS
"Nuestra
aspiración primaria", escribió Robert Merton en su artículo clásico sobre
el inconformismo, "es descubrir cómo algunas estructuras sociales ejercen
una presión definida sobre ciertas personas, instándolas a adoptar una conducta
inconformista antes que conformista" (Merton, 1949).
Vale decir que
presto más atención a como se constituye el sentido que a como se influye sobre
la conducta.
Describir la
ciencia como retorica equivale a rebajar o ignorar su estatus de medio que
conduce a un fin: una manera de determinar una realidad fáctica.
Considerar la ciencia
como una forma de arte significa, en la práctica, examinar su estilo, sus modos
de persuasión y sus componentes ficcionales; en otras palabras, su sustancia
literaria. Se acepta que la ciencia no es literatura. Pero yo la trato como si
fuera literatura para sacar a la luz esos aspectos que se comprenden mejor con
un análisis literario.
La importancia de
este análisis cultural para la estructura social radica en comprender como la construcción
de una realidad fáctica se apoya en la autoridad de la investigación y el
estudio científico.
Como performance
cultural en niveles de actividad formal y actividad rutinaria, la ley encarna y
refuerza los significados. Crea autoridad en el día a día y legitima el control
construyendo la imagen de un orden social y natural basado en el consenso
moral.
Cuando describo
como ilusoria la autoridad estoy creando intencionalmente una ambigüedad de
significado. En un sentido, la autoridad es ilusoria porque sus fuentes son
ilusorias. Los fundamentos del conocimiento sobre el fenómeno de conducir
alcoholizado no son tan certeros, consistentes y constantes como afirman los
expertos que impostan una voz de autoridad y sabiduría.
La ilusión de
autoridad tiene además otro significado, en que el hecho de la autoridad es
ilusorio. La eficacia de las sanciones legales en tanto métodos que disuaden de
conducir alcoholizado y previenen accidentes es limitada
Kenneth Burke, el crítico
literario que fue figura seminal en el ámbito de la dramaturgia, nos enseñó a
prestar atención al lenguaje metafórico mediante el cual se presentan los fenómenos;
en este estudio analiza el conocimiento, la ley, la medicina y la tecnología
como patrones o modelos culturales, como metáforas con las cuales se presenta
una realidad.
Haciendo énfasis en lo utilitario y lo racional,
la ciencia social ha buscado reemplazar, en las políticas públicas, el misticismo,
la irracionalidad y el conflicto ciego por la razón, el conocimiento y el método
científico. Este estudio es menos entusiasta en cuanto al éxito de esa actitud
iluminista. La descripción de Peter Gay respecto de la confianza y la "miopía
ideológica" de los philosophes del Iluminismo es por demás apropiada:
"Nunca descartaron del todo esa ilusión ultima y obstinadísima que
atormenta a los realistas: la ilusión de estar libres de ilusiones" (Gay,
1966: 27).
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